Lo "Natural"


¿Por qué pensamos que algo es positivo por que se dice "natural"?
¿Qué significa ser "natural"?


De pocos términos se ha abusado de tantas maneras tan diferentes como del adjetivo "natural". En su asepción mas común, algo es mas "natural" cuanto menos ha sido tocado o modificado por la mano del hombre, una concepción que entraña un profundo antropomorfismo, ese arraigado vicio que tenemos los humanos de ponernos en el centro del universo. De esta manera, todo lo existente puede clasificarse en dos grandes grupos: lo tocado por el hombre, y lo que no lo ha sido. A esta pretenciosa visión del cosmos solemos agregarle una implicación igual de miope: lo "natural" es bueno y lo tocado por el hombre ya no lo es tanto. Una visión miope sin duda, pero con algo de justificación; muy recientemente en nuestra historia nos hemos comenzado a dar cuenta de las mil maneras en que hemos logrado perjudicar al medio ambiente en el que habitamos, hemos observado como a donde llegamos nos sigue la contaminación, la depredación, la extinción, la enfermedad.

Sin embargo, este hecho evidente y terrible nos hace caer en una falacia cuando generalizamos las deseables propiedades virginales de lo no tocado por el hombre moderno a ciertos ámbitos en donde no deberían aplicarse. Un ejemplo sencillo lo encontramos en el famoso mito del "salvaje noble" en el que sociedades de diferentes regiones del mundo que siguen viviendo en condiciones de la edad de piedra han sido descritas por prestigiados antropólogos como ejemplos de sociedades prístinas que viven en absoluta concordia con la naturaleza y a las que el contacto con la civilización moderna no les significa mas que corrupción de su "natural" forma de vida (1). Como si el hecho de que estas tribus no hayan visto nunca una televisión implicara que en sus culturas no se conocen la avaricia, la injusticia, la violencia, la guerra y demás monerías que tendemos a identificar con el supuestamente degradado hombre moderno. Siguiendo esta lógica, la lucha por la preservación de usos y costumbres de algunas etnias en México ha llevado a la subsistencia en algunas de las regiones mas atrasadas del país de prácticas infames de discriminación de la mujer y de aplicación arbitraria de leyes aberrantes.

La falacia del "salvaje noble" implica que las sociedades pre-modernas poseían (o poseen) una sabiduría que el hombre moderno ha olvidado. Si bien esto puede ser cierto en algunos aspectos, especialmente en lo que se refiere a nuestra torpe interacción con el medio ambiente, esta suposición se vuelve peligrosa cuando se aplica a campos referentes a la tecnología, especialmente a la tecnología médica. Tenemos ahora el concepto de "medicina alternativa", un concepto difícil de definir. En general se considera perteneciente a la "medicina alternativa" a todo aquel tratamiento o medicamento que no es incluído en la práctica de los médicos e instituciones del sector formal de la medicina. En la práctica, un medicamento es "alternativo" cuando no es producido por la industria farmacéutica, y un tratamiento lo es cuando el especialista que lo administra (y que cobra por él) no requiere de una formación médica formal. En su nivel más fundamental, la "medicina alternativa" se basa en el concepto de "lo natural es bueno, lo artificial es malo". Los medicamentos alternativos generalmente son producidos a base de ingredientes "naturales" supuestamente no industrializados; el hecho es que la gran mayoría de los medicamentos industriales también tienen su base en materias primas "naturales". La gran diferencia radica en que un medicamento industrial tiene que pasar por un largo y costoso proceso de experimentación y monitoreo antes de lograr salir al mercado (es poco conocido el hecho de que el fantástico desarrollo de la ciencia del control estadístico de la calidad que ha permitido que la producción manufacturera en general alcance niveles de excelencia, se dió acicateado por la industria farmacéutica), mientras que un medicamento "alternativo" solo tiene que poner sobre su empaque leyendas como "Este producto no es un medicamento" o "Los resultados pueden variar" para poder prometer desde la cura para la cruda hasta el incremento de la potencia sexual, sin tener que responder ante nadie por cualquier falta de resultados o pero aún, por la ocurrencia de resultados negativos. El tamaño de esta industria "alternativa" es monstruoso y se engaña quien cree que al optar por estos productos actúa en contra de los malvados corporativos farmacéuticos; muchos de estos corporativos manejan líneas de productos separados para cubrir las demandas de estos mercados "alternativos".

La lista de especialidades"alternativas" es inmensa, como es inmensa nuestra necesidad de seguridad en el aspecto salud: yerbería, quiropráctica (en ciertos casos), acupuntura, homeópatía, aromaterapia, cristales, magnetos, reiki, feng shui, reflexología, terapia de oración... la lista es interminable y sería simplista echarlas a todas en la misma canasta. Algunas de estas prácticas podrán tener algún atisbo de eficacia, pero todas ellas tienen algo en común: no se someten al proceso de experimento "doblemente ciego", la herramienta fundamental de la que echamos mano para probar la eficacia de los tratamientos y los medicamentos "tradicionales". En un experimento "ciego sencillo" los sujetos de prueba pueden estar dentro del grupo experimental y recibir el tratamiento o droga que se quiere probar, o bien estar dentro de un grupo control en el que se finge que se adminsitra el tratamiento sin que el sujeto lo sepa, y cuya función es monitorear el efecto "placebo". El sujeto no sabe en que grupo se encuentra, pero el investigador si lo sabe, lo cual trae el riesgo de que los resultados sean polarizados por el mismo experimentador, que podría trasmitirle al sujeto, aún involuntariamente, ideas sobre los resultados esperados del experimento. Este riesgo es inaceptable en el desarrollo de una droga. En el experimento "doblemente ciego" ni el sujeto ni el experimentador saben a que grupo pertenece el sujeto en cuestión, eliminando así cualquier posibilidad de polarización de los resultados. Las terapias y los medicamentos "alternativos" u "holísticos" podrán tener alguna eficacia pero no hay manera de determinarlo objetivamente si no han pasado por este riguroso procedimiento.

No es pues lo "natural" de sus prácticas e ingredientes lo que separa a la industria médica y farmacéutica tradicional de la "alternativa" u "holística". Es el método con el que determinan lo que es eficaz y lo que no es. En el momento en que algún extracto de alguna hierba exótica demuestra la mas mínima propiedad terapéutica, podemos estar seguros de que los gigantescos consorcios farmacéuticos ya estan montando laboratorios enteros y dedicando equipos completos de especialistas a analizar y aislar los compuestos activos responsables antes de que algún competidor lo haga.

Todo lo anterior describe solo un aspecto del mal uso del concepto "natural", en el que lo natural tiene una connotación positiva de no tocado o manchado por la mano del hombre, como si las leyes de la naturaleza se suspendieran cuando hablamos de los frutos del devenir humano. No podemos evitar ponernos en el centro del universo como el parteaguas primigenio que define la esencia misma de las cosas. Sin embargo, aún dentro de la soberbia y falsa dicotomía en la que dividimos al cosmos nos inventamos otra clasificación de realidad que se encuentra por encima de lo "natural" y de lo corrompido por el hombre: lo "sobrenatural". No solo existen cosas que escapan a las leyes naturales por ser producto de nuestra voluntad, si no que existe todo un universo "fuera" o por encima de la naturaleza y de la voluntad humana, un universo del que podemos tener solo atisbos. Pero esto ya es tema para otra ocasión.

(1) El concepto del "salvaje noble" tiene una fuerte tradición en la cultura occidental. Rousseau en el siglo 18 escribió sobre las bondades del estado tribal como una condición dorada e impoluta en la que todas las necesidades eran cubiertas en un equilibrio con el medio ambiente; en mi opinión estas ideas reflejan el arrogante punto de vista euro-céntrico que regía en el pensamiento occidental durante la etapa mas feroz del colonialismo europeo. Mas recientemente, es famoso el debate sobre los Yamomamo de la amazonia, y sobre los trabajos de Margaret Mead sobre las culturas polinesias.

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