Y tú ¿por qué te ríes?


La relación entre la risa y el llanto.

¿Por qué reímos? La risa parece ser una de esas características que nos diferencian del resto de nuestros parientes animales, aún de los mas cercanos; es una característica que nos hace humanos.

Pero ¿por qué ciertas cosas, ciertas situaciones, nos provocan risa? ¿Qué es la risa? Para encontrar la respuesta tenemos que remitirnos a nuestras edades mas tempranas, cuando desarrollamos la mayoría de las conductas que nos van a caracterizar durante el resto de nuestras vidas.

La necesidad primordial del ser humano desde su nacimiento es la seguridad. En el caso del bebé humano, que nace tan indefenso y que sigue en ese estado de indefensión por un período espectacularmente largo para los estándares normales de las demás especies animales, la única herramienta a la mano para luchar por el tan deseado sentimiento de seguridad es el llanto. El bebé llorará mientras tenga alguna necesidad insatisfecha, especialmente si se siente amenazado, si siente miedo. Y el miedo es algo muy familiar para un recién nacido; incapaz de reconocer a sus padres hasta el tercer o cuarto mes, cualquier adulto que se le acerca representa una potencial amenaza. Es en esta etapa de reconocimiento cuando hace aparición la risa.

Es curioso notar lo parecidas que son las reacciones físicas del llanto y de la risa. Ambas incluyen gesticulaciones faciales muy parecidas, intensos movimientos respiratorios, enrojecimiento facial y en ciertos grados de hilaridad, lágrimas. También les suelen acompañar aullidos y gemidos muy similares en su estructura básica.

Durante la etapa en que el bebé comienza a distinguir un adulto de otro, generalmente primero reconoce a los padres, especialmente a la madre, como individuos no amenazantes, mientras que al mismo tiempo aprende a temer a los extraños. Posteriormente aprenderá a clasificar a los demás individuos progresivamente conforme los va identificando.

Ahora que el bebé reconoce a la madre como benefactora y protectora se puede dar un conflicto que antes no era posible. Antes de este periodo si la madre llega a presentar un comportamiento que asuste al bebé, la reacción es puramente de miedo. Después de la etapa de reconocimiento, un comportamiento así manda señales contradictorias al bebé: "esta persona no me hará daño, pero lo que esta haciendo me da miedo". La reacción es entonces una combinación del llanto provocado por el miedo, y el murmullo de reconocimiento de la madre; el bebé se ríe como diciendo: "Esto me esta asustando pero reconozco que el peligro no es real".

Juegos como el "caballito", las cosquillas, el lanzar al bebé al aire para luego cacharlo, las escondidillas, el perseguirse evitando ser atrapado, etc. son ejemplos de experiencias que tienen un contenido de temor para el bebé, pero que al ser practicados con un individuo "seguro", provocan esa mágica combinación de miedo y confianza que dan origen a la risa. Posteriormente esta relación básica se vuelve mas compleja conforme nuestro entendimiento del mundo se va desarrollando, pero si se analiza detenidamente, siempre hay un componente trágico dentro de lo cómico.

(Basado en "El Mono Desnudo" Desmond Morris)

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