Y tu ¿que te crees? - Discurso


Discurso en el foro Voz Ciudadana del Fórum Universal de las Culturas en Monterrey.
Video http://www.youtube.com/user/delcasart


Muy buenas tardes, y muchas gracias por acompañarme. Aristóteles una vez dijo: “Es la característica distintiva de una mente educada la capacidad de contemplar una idea sin tener que aceptarla”. Mi objetivo con esta plática de 20 minutos es poner ante Uds. unas serie de ideas que a muchos les podrán hacer ruido, les podrán parecer erróneas o disparatadas, podrán aceptarlas o no, ese no es mi objetivo, lo que me gustaría es que tan solo las consideren, les den vueltas, las analicen. Me gustaría hacer con Uds. una serie de reflexiones sobre las cosas que la gente cree, sobre por qué creemos en lo que creemos. Y quiero llamar un poco la atención sobre el hecho de que muchas veces creemos en muchas cosas sin realmente haberlas razonado, y de cómo estas creencias pasan a formar parte integral de nuestro conocimiento personal, de nuestra forma de interpretar la realidad. Al final habrá un tiempo para preguntas y para observaciones.

Esta plática muy bien pudo haberse titulado “¿Por qué se torean los pepinos?” En mi casa toda la vida antes de pelar un pepino para hacer una ensalada se le cortan las puntas y cada una de ellas se frota contra el extremo del pepino. A esto se le llama “torear el pepino”. Nunca he sabido el objetivo de esta operación, y nunca me lo había cuestionado hasta que me tocó ver a alguien que se atrevía a pelar un pepino sin torearlo. Cuando le hice saber a esa persona el error en el que estaba cayendo al no torear el pepino me miró con cara de extrañeza y me preguntó: “y ¿para qué se torean los pepinos?”. No pude contestar. De hecho, sigo sin averiguarlo hasta este momento, pero aún sigo toreando mis pepinos.

Y es que cuando hemos aceptado algo como verdadero, con razón o sin razón, nos es muy difícil desacernos de esas creencias. Es nuestra naturaleza. Consideramos a esas creencias como parte de nosotros mismos y como tales , las defendemos. Esto no esta bien ni esta mal, es solo parte de nuestra naturaleza. Les voy a platicar una historia que ilustra muy bien esta parte de nosotros. Algunos de Uds probablemente oyeron hablar de esto que les voy a platicar. En la década de los 70s comenzaron a aparecer en los medios referencias a un gran síquico que “canalizaba” a una entidad cósmica milenaria que se hacía llamar Carlos. Para quien no sepa, se llama “canalizar” a la técnica que permite a una supuesta entidad espiritual manifestarse a través de una persona, de un síquico.

Carlos provenía de una civilización extraterrestre milenaria cuyo objetivo era iluminar a la especie humana para que pudiéramos reunirnos de nuevo con nuestros ancestros cósmicos y llegar a una plena realización. Carlos inició una gira internacional y ganó mucho renombre y gran presencia en los medios. Tenía adeptos por todo el mundo que acudían a escuchar sus enseñanzas, publicó libros, dio conferencias. De pronto, en el punto mas alto de su popularidad, el síquico confesó que en realidad era un actor, y que todo el asunto de Carlos no era mas que un gran truco ideado por un mago de profesión llamado James Randi, “El asombroso Randi”. El objetivo de Randi con esta farsa era demostrar que todo el asunto de la canalización y de los síquicos que andaba muy de moda en los 70s era una farsa. Lo mas asombroso cuenta Randi, es que muchos años después de revelada la farsa, mucha gente se negaba a aceptarlo y lo asediaban preguntándole cuál era la verdadera razón por la que Carlos se había ido ¿Lo habían decepcionado? ¿No habían tenido suficiente fé? ¿Qué podían hacer para que regresara? Randi decidió no volver a intentar algo parecido, pues se dio cuenta de lo poderoso que es el apego que las personas desarrollamos para con nuestras creencias.

En su lugar, Randi instituyó el “Reto Randi” en el que se ofrece un millón de dólares a cualquiera que logre realizar un acto considerado “sobrenatural” o “Parasicológico” bajo condiciones controladas, por supuesto. El reto tiene mas de 10 años y nadie ha logrado ganárse el premio. Para el que guste intentarlo, las bases estan en Internet. Solo busquen James Randi.

Por cierto este mismo Randi se hizo famoso por desenmascarar a otro célebre síquico, Uri Geller, aquel que doblaba cucharas con el pensamiento. Como mago que es, Randi no solo repitió todas y cada una de las proezas de Uri Geller, si no que además ayudó a exponerlo al aire en TV, retando a Geller a que repitiera sus trucos, pero esta vez con cucharas que él nunca había visto ni tocado. El video esta en Youtube para el que quiera verlo. Este mismo Randi, también desenmascaró a un famoso predicador y sanador llamado Peter Popoff , de ésos que se dan mucho en los EEUU; interceptó y grabó las transmisiones de radio mediante las cuales la esposa de Popoff le daba a cconocer datos sobre la gente en la audiencia, y Popoff con un receptor en el oído fingía estar recibiendo esta información de una fuente divina. Para el asombro de Randi, y de muchos de nosotros, las carreras de Popoff y de Geller solo sufrieron un pequeño bache. Ambos siguen ganando dinero con sus supuestos poderes. Y es que como les decía, los procesos por los que llegamos a creer en las cosas que creemos pueden llegar a ser muy complejos, y muy curiosos.

Déjenme platicarles de un experimento que ilustra muy bien lo curiosos que pueden llegar a ser estos procesos. En este experimento, un tanto cruel a mi parecer, unos científicos metieron a un grupo de chimpancés en una jaula y colgaron al centro de la jaula una apetitosa penca de plátanos con una pequeña escalera abajo que permitía alcanzar la penca. Por supuesto no pasó mucho tiempo antes de que uno de los chimpancés intentara subirse a la escalera para tomar un plátano.

En cuanto el chimpancé intentó subirse a la escalera los científicos activaron fuertes chorros de agua fría que bañaron a todos los chimpancés en la jaula. Y cada vez que alguno lo intentaba volvían a activar los chorros de agua fría. Inteligentes como son los chimpancés, no pasaron muchos intentos antes de que todos se dieran cuenta de que había una relación entre los intentos y los chorros de agua.

A partir de ese momento, cuando alguno de los chimpancés olvidaba la cuestión de los chorros de agua fría y se acercaba a la escalera con obvias intenciones, los demás chimpancés se le echaban encima para evitar que lo intentara, con violencia si era necesario. Así, llegó el momento en que la penca de plátanos ahí estaba colgando muy tranquila y todos los chimpancés pues nomás mirando.

En ese punto, los científicos retiraron a uno de los chimpancés y metieron en la jaula a uno nuevo, el cual por supuesto no sabía nada de los chorros de agua y que al ver la hermosa penca pues obviamente su primera reacción fue dirigirse hacia la escalera para intentar bajarla. Inmediatamente todos los demás, que sí sabían sobre los chorros de agua, se le echaron encima y le dejaron claro que no iban a permitir que intentara agarrar los plátanos. El nuevo chimpancé, que no entendía las razones de sus compañeros, lo intentó un par de veces más antes de convencerse de que se iba a ganar una golpiza masiva cada vez que así lo hiciera.

En ese punto, los científicos reemplazaron a otro de los chimpancés originales, y todo el proceso de aprendizaje se repitió de nuevo. Aquí lo curioso fue que hasta el primer chimpancé de reemplazo, que no sabía en realidad nada de los chorros de agua, participaba en las golpizas para evitar que el nuevo tratara de alcanzar la penca.

Y así, repitiendo el proceso, los científicos fueron reemplazando a todos los chimpancés originales hasta que no quedó ninguno de ellos. En ese punto ninguno de los chimpancés en la jaula había experimentado los baños de agua fría y sin embargo participaban entusiastamente en las golpizas en contra del que intentara alcanzar la penca. Ninguno de ellos sabía por qué lo hacía y aún así lo hacían. La creencia, la verdad en esa jaula, era que nadie debería tratar de alcanzar la penca. La razón nadie la conocía. La creencia, la verdad en mi casa, es que los pepinos deben de torearse. La razón nadie la conoce.

¿Cuántas de nuestras verdades caen en esta categoría?¿Cuántas de nuestras creencias hemos aceptado sin tocar aro, sin razonamiento, sin cuestionamiento alguno?

¿En cuántas de esas verdades creemos por que nos gustaría que fueran verdad?¿En cuántas creemos por que “algo” dentro de nosotros nos dice que tiene que ser verdad? Hay industrias enormes que viven de nuestra tendencia a “querer” que algo sea verdad ya sea por que nos lo dice “nuestro corazón” o por que estamos en situaciones en las que necesitamos creer en algo, situaciones en las que somos vulnerables.

Yo no vengo aquí a decirles cuáles de sus creencias son verdaderas o falsas. Esas son conclusiones que cada uno de nosotros tiene que sacar por sí mismo. Yo lo que vengo a hacer es a darles algunos tips para el momento en que decidan cuestionarse algo. Ahí les van estos tips:

1. Todo PUEDE Y DEBE cuestionarse. Ésa es la regla de oro del pensamiento crítico. Puede suceder que al momento en que enfoquen su atención hacia alguna creencia muy trascendente, Uds. puedan considerar que dicha creencia no puede ser cuestionada. Puede ser que resolver alguna de estas cuestiones tome mucho tiempo, mucha investigación; puede ser que en algunos casos nunca lleguemos a alguna conclusión. En este rubro podríamos considerar cuestiones religiosas por ejemplo, o éticas. Nunca será sencillo cuestionarse en este campo. Pero el que llegar a conclusiones acerca de algún tema como éstos sea un camino largo y difícil no debe ser impedimento para que comencemos a recorrerlo. También puede suceder que algo nos parezca demasiado intrascendente como para dedicarle nuestra atención, como la cuestión de los pepinos. Es muy válido. Lo único que hay que hacer es ponerle la etiqueta de “Pendiente por resolver” y no olvidar que no sabemos la razón de esto que consideramos cierto.

2. Una proposición extraordinaria requiere de evidencias extraordinarias. Es la “Regla de Carl Sagan” un extraordinario divulgador científico y escéptico. Esta regla significa que entre mas fabulosa y mas fuera de lo comúnmente aceptado sea una idea, mas fuerte tiene que ser la evidencia que la soporte. Si alguien nos dice que el jugo de una plantita del desierto de Chihuahua cura el cáncer, pues bien le valdría averiguar cuál es el mecanismo por el que lo logra y patentarlo, una patente es una buena evidencia, por que en cuanto una empresa farmacéutica de verdad se entere, lo va a patentar y va a perder millones de millones.

3. Desconfía de ti mismo. Desconfía de tu intuición, desconfía de tus sentidos, desconfía de tu memoria, desconfía de las cosas que te gustaría creer. La verdad es que nadie de nosotros es un testigo confiable; somos altamente sugestionables. No podemos ni siquiera confiar en que nuestros propios recuerdos son verdaderos. Hay experimentos muy sencillos en los que se pueden crear en las personas falsas memorias; por ejemplo, tomas a una persona y hablas con ella sobre un recuerdo lejano que obtuviste de algún familiar, como alguna vez que fueron a un zoológico. En presencia de ese familiar comienzas a comentar las vivencias de ese día: cuando fueron a ver a los changuitos, cuando el carro de papá no arrancaba… y entre esos recuerdos insertas un falso recuerdo: cuando una avestruz le quitó la gorra a tu hermanito. Si el familiar, que es cómplice tuyo, refuerza el falso recuerdo adecuadamente, por ejemplo con una carcajada, lo más probable es que la persona después jure y perjure que el episodio fue verdadero, y no estará mintiendo, en realidad lo recuerda.

Desconfía de tus sentidos. No siempre percibimos las cosas como en realidad son. En otro experimento pusieron a un grupo de personas en un auditorio. En el escenario había un grupo de jóvenes que comenzaron a pasarse rápidamente una pelota de basketball entre sí. Las instrucciones para las personas en el auditorio eran que tenían que contar el número de pases que se realizaban. En eso estaban, contando los pases, cuando una persona disfrazada de gorila salió por un extremo, se plantó en medio del escenario, se golpeó el pecho varias veces y salió caminando por el otro extremo. Al final del ejercicio le preguntaron a la audiencia cuántos de ellos habían notado al gorila. Mucho más de la mitad no lo vieron en absoluto, y no se convencieron de que en realidad había estado ahí hasta que vieron el video. Este experimento también esta en Youtube.

4. Desconfía de toda afirmación que incluya algún tipo de complot. Los complots son por definición cosas muy difusas, muy difíciles de comprobar y muy atractivas para todos nosotros. A todos nos atrae una buena historia de complots (no me voy a meter en cuestiones políticas aquí). Esto hace que los complots sean también muy atractivos para ser usados por cualquier cantidad de estafadores, especialmente en el área de la medicina alternativa y de la salud en general. ¿Alguien recuerda el Calcio de Coral, un supuesto remedio natural para todo tipo de enfermedades? Un fraude demostrado. A Kevin Trudeau, su inventor, se le prohibió aparecer en cualquier tipo de informercial o publicitar cualquier producto por cualquier medio que tenga que ver con supuestos beneficios para la salud debido al fraude del Calcio de Coral ¿Qué hizo entonces? Comenzó a publicar libros; según las leyes de EEUU nadie te puede prohibir expresar libremente tus ideas, por mas falsas que sean. Así comenzó una serie de títulos como “Remedios Naturales que ELLOS no Quieren Que Conozcas” ¿Quiénes son ellos? Las grandes industrias farmacéuticas a las que no les conviene que te enteres que en lugar de comprar sus medicinas puedes curar prácticamente todas tus enfermedades con juguitos de yerbas, así que se pusieron de acuerdo entre todas estas compañías para evitar que la verdad se sepa. El libro vendió mas de cinco millones de ejemplares y estuvo en la lista de los mas vendidos del New York Times durante 25 semanas durante 2005. En el libro no se vende ningún remedio, de hecho al parecer ni siquiera describe ningún remedio en el libro (digo al parecer por que la verdad es que no lo he leído) pero si te da la dirección de su página web en donde te puedes inscribir por una módica cuota mensual para tener acceso a los milagrosos remedios. Después de su éxito editorial publicó otro título “Remedios para Adelgazar que ELLOS no Quieren que Conozcas” con la misma fórmula. Se calcula que su empresa realiza negocios a nivel mundial por mas de 2 mil millones de dólares. No esta mal para una persona que no tiene ningún tipo de entrenamiento médico, y que además ha sido convicto por fraude con tarjetas de crédito. Pueden visitar su sitio web cuando gusten www.naturalcures.com.

La misma cuestión de los complots nos la encontramos frecuentemente cuando hablamos de OVNIS. Gobiernos de todo el mundo estan aliados para que no sepamos que los visitantes de otro mundo nos acechan, para que no sepamos la verdad, una verdad que ELLOS no quieren que Conozcamos. Por cierto, me voy a detener un poco en la cuestión de los OVNIS. La gente que me conoce sabe que soy un escéptico y sabe que dudo mucho que anden por ahí platillos voladores, esto es una opinión personal. De vez en cuando alguno de ellos se me acerca con un video o una fotografía asombrosa, por que hay algunas asombrosas, y retador me pregunta: “a ver escéptico ¿Y esto qué es?” Mi respuesta invariablemente es “No Sé” y dependiendo de cuantas ganas tenga de entrar en polémica agrego “Pero tú tampoco sabes”. Muchas veces la conversación sigue con: ¿cómo puedes pensar que no hay vida en otros planetas sabiendo lo enorme que es el universo? Ahí yo les digo: “Espérame, no estamos hablando de vida en otros planetas, estamos hablando de platos voladores” Son dos cuestiones muy distintas.

Pues bien, concluyendo, toda esta plática no es más que una invitación para que miremos a nuestro alrededor con los ojos abiertos, con los ojos de la razón, con ojos escépticos. Esta es una palabra algo peligrosa, escepticismo, por que “escéptico” muchas veces se confunde con la imagen de una persona cínica, materialista que no puede creer más que en lo que puede tocar y que carece totalmente de espiritualidad. Nada más falso. Cuando logramos tener atisbos de la realidad como en realidad es, no como nos gustaría que fuera, no necesitamos realidades “alternativas”, ni “sobrenaturales”, ni “paranormales”. Descubrimos que hay en la naturaleza fenómenos mucho más extraños y bizarros que Pie Grande o que el chupacabras. Descubrimos una belleza inherente, un orden maravilloso, un mecanismo que nos engloba a todos, descubrimos que nuestros cuerpos están hechos de lo mismo que están hechas las estrellas, que somos lo mismo con todos los seres vivos de este planeta y que nuestras vidas están efectivamente íntimamente ligadas con la eternidad. Para mí, no hay espiritualidad mas profunda que ésa.

Muchas gracias. Ahora vamos a las preguntas.

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