¿Cada Vez Peor?


Vivimos en tiempos de creciente violencia y crimen, se han perdido muchos de los valores que dan soporte a nuestra sociedad, en algún momento de la historia los seres humanos perdimos el camino correcto… ¿Cierto o Falso?

Es común encontrarse en los medios de comunicación declaraciones que implican pérdida de conceptos fundamentalmente importantes para la sociedad: en la familia se detecta una pérdida de valores que ha provocado una ola de divorcios; los jóvenes han perdido sus valores y ahora solo se preocupan por diversiones hedonistas; la sociedad ha perdido sus valores y el materialismo exacerbado nos impide preocuparnos por lo realmente importante. En el mundo en general se ha perdido el respeto por la vida humana lo que ha provocado que la guerra sea una horrenda práctica común. Hemos perdido el respeto por nuestro planeta lo que ha provocado que lo vayamos destruyendo cada vez mas rápido, etc.

Para perder algo o que el nivel de este algo disminuya, es necesario primero haberlo tenido. Todas estas supuestas pérdidas implican que cuando menos en estos aspectos antes nos encontrábamos mejor y que las cosas han ido empeorando. ¿Es real esta sensación de pérdida? ¿Estamos cada vez peor como humanidad? Vale la pena evaluarlo, por que si no es así, nos encontramos entonces luchando día a día por recuperar algo que nunca perdimos, y lo que si estamos perdiendo es la oportunidad de aprender de lo que estamos haciendo bien y la posibilidad de replicarlo.

Vamos por partes. Es un hecho que la vida humana ha mejorado en sus aspectos mas fundamentales, los cuales tienen que ver con la salud. Tenemos ahora la esperanza de vida mas larga de la historia y la calidad de vida que nos brindan nuestros servicios de salud nunca se había presentado antes. Por supuesto que estos beneficios no se han dado de manera homogénea ni suficiente en toda nuestra sociedad pero es innegable que la tendencia va hacia la mejoría. El que la mitad de nuestros hijos ya no mueran antes de los cinco años, algo común hasta hace un par de generaciones, es un avance evidente de la humanidad y un triunfo indiscutible de la ciencia médica. Y lo mejor es que todo parece indicar que nos esperan avances aún mas asombrosos en este campo.

En el caso de la familia, se considera que las cosas han empeorado alarmantemente lo cual es evidenciado por la altísima tasa de divorcios que era prácticamente nula hasta hace pocos años. Este hecho definitivamente tiene mucho de lamentable pero no es prueba de que las cosas han empeorado. Hasta hace muy poco la violencia familiar era considerado un asunto privado que a nadie le concernía mas que a la misma familia. Muchas mujeres vivían en un estado de sometimiento total a la férrea voluntad del amo de la casa, esclavizadas por la total dependencia económica y el pavor al estigma social que representaba un divorcio. Esto no sucedía en la Edad Media, estamos hablando de finales del siglo pasado. Actualmente más y más mujeres tienen la opción de botar al marido borracho y mujeriego antes que sufrir en silencio ante la cruz que la vida les había impuesto cargar. Muchos niños, consientes de sus derechos, ahora amenazan al padre abusador con denunciarlo y meterlo a la cárcel. Claro que siempre que se gana una libertad existe la posibilidad del abuso de esa libertad, pero esa posibilidad es un costo mínimo ante las opciones que ahora se les presentan a las muchísimas parejas disfuncionales que cometieron un error al intentar fundar una familia juntos y que de ser obligados a persistir en ese error, heredan y perpetúan esas disfuncionalidades a través de sus hijos.

La sensación de pérdida de valores es mayúscula en la cuestión del medio ambiente. Es un paradigma común el pensar que el hombre vivía en un estado de armonía con la naturaleza y que conforme la tecnología, el materialismo y la industria se fueron desarrollando fuimos perdiendo esa relación con nuestro planeta hasta que actualmente nos encontramos en peligro de alterar de manera drástica el funcionamiento del medio ambiente a nivel global. Esta última parte es totalmente cierta, hemos desarrollado tal nivel de producción de desechos que nuestra capacidad de alteración del medio ambiente se muestra ahora a nivel planetario. Pero esto no implica que antes la humanidad mantuviera una idílica relación con la naturaleza. Son muchos los ejemplos históricos de civilizaciones que han alterado su medio ambiente de manera tal que han llegado a la devastación total de ecosistemas enteros. Un excelente estudio de algunas de estas civilizaciones lo presenta Jared Diamond en su libro “Colapso”. Entre los casos analizados se encuentran el colapso de la civilización Maya, la devastación de la Isla de Pascua, la desaparición de los Anasazi, la gestión ambiental en Islandia y otros casos. Casos de indudable complejidad que no pueden ser reducidos a simples desastres ecológicos pero que en todo caso evidencian una defectuosa gestión de los recursos naturales.

En el caso de la violencia en todas sus formas (guerras, crimen, genocidio, asesinato) es aconsejable escuchar la excelente conferencia de Steven Pinker, célebre científico cognoscitivo de Harvard, titulada “Una breve Historia de la Violencia”
http://www.youtube.com/watch?v=ramBFRt1Uzk en la que la premisa es que en realidad nos tocó vivir en la época mas pacífica de la historia de la humanidad, época en la que en realidad los valores de respeto a la vida han alcanzado niveles nunca antes vistos. Pinker hace un recorrido desde las prácticas de guerra descritas en el antiguo testamento de la Biblia, pasando por los sistemas de justicia prevalecientes en la Europa de la Edad Media, los medios de diversión en diferentes civilizaciones que frecuentemente incluían actos de crueldad inimaginable, hasta llegar a estudios estadísticos que muestran que los niveles de criminalidad y homicidios entre pueblos actuales que conservan un modo de vida de cazadores-recolectores son decenas de veces mas altos que los encontrados en las civilizaciones modernas. Ante lo que él considera una evidente declinación de los niveles de violencia Pinker se hace varias preguntas:
- ¿Por qué existe la ilusión de que la violencia esta creciendo? Una parte de la explicación es que las noticias de un hecho violento obtienen mucha mas atención de la sociedad. Y muchos personajes y organizaciones públicas hacen uso de esta atención para sus diferentes objetivos; nadie le hace caso al que se la pasa diciendo que todo va bien. Otro fenómeno a nivel individual es una ilusión cognoscitiva que provoca que entre mas fácil sea recordar instancias específicas de algo, mas probabilidad le asignamos a que ese algo suceda. La descripción de crímenes con lujo de macabros detalles que encontramos en los medios provoca que ese tipo de crímenes parezca mucho mas factible en nuestras conciencias.
- Ahora bien, si la violencia en realidad esta decreciendo ¿Por qué esta decreciendo? Pinker menciona el trabajo de Thomas Hobbes, filósofo inglés que achaca al surgimiento del estado regulador como limitador de la violencia preventiva que es generalizada en los estados de anarquía. La violencia preventiva es aquella que se ejerce contra el otro para prevenir un posible acto de violencia de ése otro contra nosotros. Hay que tomar en cuenta que el otro también esta considerando el uso de la violencia contra nosotros para garantizar su propia seguridad. Otro posible factor es el explicado por Robert Wright como el potenciamiento de los “juegos de suma no-cero” ; estas situaciones se dan cuando en un intercambio entre dos personas el resultado es que ambas partes salen ganando. En este caso me conviene mas jugar este juego con la otra persona que ejercer sobre ella violencia preventiva. La importancia y frecuencia de este tipo de intercambio ha ido creciendo conforme las comunicaciones y el comercio se han extendido a nivel global. Un tercer factor es propuesto por Peter Singer, en el que este mismo crecimiento en las comunicaciones y las relaciones globales han expandido nuestro “círculo de empatía”, una empatía que normalmente aplicábamos a nivel familia o clan y que ahora sigue creciendo para incluír a la ciudad, al estado, al país y a la humanidad en general.

Las evidencias del crecimiento de nuestros viejos valores como el respeto a la vida son claras y recientes: la creación de la figura de crímenes de guerra, la Carta de los Derechos Humanos, el repudio casi generalizado a la pena de muerte, la prohibición de la tortura y muchos otros. También hemos presenciado el surgimiento de valores prácticamente desconocidos hasta épocas también muy recientes: los derechos de la mujer, la conciencia ambiental, el rechazo a la crueldad contra los animales, la abolición de la esclavitud, las leyes contra el racismo y un largo etcétera.

No todo es belleza por supuesto, ni este desarrollo de valores ha sido generalizado ni homogéneo, pero la evidencia muestra que en realidad no estamos cada vez peor. Algo estamos haciendo bien, y mas vale que lo identifiquemos.

Comentarios

Anónimo dijo…
Hablas de como las noticias de un hecho violento obtienen mucha mas atención de la sociedad...pero ¿te has fijado como nuestras mentes hacen colchoncito cuando la noticia del hecho violento es más o menos repetitiva a través de un espacio relativamente corto de tiempo? La guerra de Irak...mueren un montón, el caos reina por todas partes...franja de Gaza...un nuevo ataque por parte de quién sea que provoca varios muertos... secuestros espeluznantes de las FARC, y así un montón de noticias...y uno que al enterarse aburrido simplemente frunce el ceño y de forma más o menos consciente piensa: "más de lo mismo"...uff, que curioso no? (por no decir....)